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18 feb 2013
De la simplicidad más absoluta surge la más sofisticada de las perfecciones
15 feb 2013
El Noúmeno en la Transmisión del Dharma
Es el “yo psicológico” (biográfico) el que se aferra, el orgulloso, el que se ofende y, por todo esto, el que sufre.
El Yo (Pura Conciencia de Ser) ni se aferra ni deja de hacerlo, ni se ofende ni no lo hace, ni es orgulloso ni humilde... Es la Subjetividad Absoluta de la que toda “impresión” emerge. Es la potencialidad de “todos los puntos de vista” y ninguno de ellos. Es lo que hay antes de que nada pueda ser dicho. Es “la cosa en sí” o Noúmeno Kantiano que, efectivamente, como dijera Kant, no puede ser captada por la Razón… Si bien, éste no cayó en la cuenta de que esta “cosa en sí” sí puede, en cambio, ser experimentada directamente allí dónde las operaciones cognitivas se desvanecen, la atención se sostiene y el yo biográfico desaparece.
Cuando en uno de sus discursos, el Buda mostró una flor a sus discípulos y uno de ellos la recibió con una sonrisa, se produjo, entonces, la primera transmisión del Dharma; de Hombre a Hombre, por primera vez, el noúmeno, o la “cosa en sí”, fue revelada.
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